Lenguaje gestual y comunicación no verbal
I.
INTRODUCCIÓN

De la
técnica moderna, se derivan posibilidades para el estudio de la expresión que
antes no se tenían, se tendía entonces hacia el ideal de un aislamiento de los
fenómenos expresivos.
Los
aparatos receptores de la nueva técnica, como el cine, posibilitan a la
investigación de la expresión elegir otras condiciones de ensayo y liberarse de
las trabas de los investigadores, sin renunciar por ello a una exacta
definición del proceso expresivo.
La comunicación
humana es un proceso continuo de relación, que engloba en la mayoría de los
casos, un conjunto continuo de relación que engloba, en la mayoría de los
casos, un conjunto de formas de comportamiento, a veces, independientes de
nuestra voluntad. No es necesario que toda trasmisión de información sea
consciente, voluntaria y deliberada de hecho, cualquier comportamiento en
presencia de otra persona constituye un vehículo de comunicación.
Albert.E.
Scheflen, investigador de la comunicación humana ofrece el siguiente esquema
del comportamiento comunicativo:
Comportamiento
verbal:
Lingüístico
Paralingüístico
Comportamiento
kinésico:
Movimientos
corporales, incluida la “expresión facial”.
Elementos
que provienen del sistema neurovegetativo y comprenden la coloración de la
piel, la dilatación de la pupila, la actividad visceral, etc...
La
postura
Los
ruidos corporales
Comportamiento
táctil
Comportamiento
territorial o proxémico
Otros
comportamientos comunicativos (poco estudiados), como la emisión de olores.
El
comportamiento en cuanto a la indumentaria, cosmética, ornamentación, etc...
La
relación entre las diversas modalidades de comportamiento comunicativo puede
ser directa y manifiesta, como por ejemplo, cuando elevamos las cejas y el
mentón al dirigir una pregunta a otra persona. En tales casos el mensaje se
repite por distintos canales, hay redundancia y la ambigüedad tiende a
desaparecer.
En
otras ocasiones, la superposición de distintos comportamientos comunicativos
puede dificultar la interpretación de los mensajes. Esto sucede cuando, por
diversos canales, se emite información distinta e incluso contradictoria. Por
ejemplo, puede mostrarse energía al hablar, y simultáneamente adoptar una
posición corporal antitética (inseguridad, timidez...). La emisión simultánea
de informaciones distintas produce interferencias- ruidos- que multiplican la
ambigüedad de los mensajes y desconciertan al receptor, que no sabe o no puede
interpretarlos.
Así,
el contacto comunicativo no depende tanto de las intenciones del emisor (la
trasmisión de información, es, a menudo, inconsciente), como la capacidad del
receptor para relacionar e interpretar la información recibida a través de tan
diversos canales.
El
contexto y las relaciones internas de todos los elementos que forman parte del
proceso comunicativo es lo que decide la significación de mensaje.
II.
DEFINICIÓN
Lo que
tantas veces se ha denominado “sexto sentido” no es más que una habilidad innata
para interpretar los gestos y miradas del contrario. Aprender a controlar la
comunicación no verbal es un área imprescindible para los negocios y otras
facetas de la vida social.
Por lo
tanto, definimos el lenguaje gestual como cualquier sistema organizado a base
de gestos o signos corporales, aprendidos o somategénicos, no orales, de
percepción auditiva o táctil , empleados por personas que, o bien no tienen una
lengua común para comunicarse, o bien están discapacitadas física o
psíquicamente para usar el lenguaje oral. Estos signos y gestos se emplean
solos o en relación con la estructura lingüística y paralingüística; y con la
función comunicativa, tienen una función expresiva, apelativa u comunicativa.
Un sistema mímico muy evolucionado lo constituye el lenguaje de sordos. Posee
dos tipos de signos: los naturales, que representan ideas u objetos; y los
signos sistemáticos o del método, que transmiten letra a letra, o palabra a
palabra, con lo que se convierte casi en un sistema de escritura más que en un
sistema de comunicación.
Se ha
empleado un sistema mimético con los chimpancés para hacer algunos experimentos
que demuestren si una genuina comunicación abstracta- esto es, un lenguaje- es
posible entre animales menos evolucionados que los humanos. Los animales
entendieron varios cientos de gestos y emplearon unos cuantos. La opinión
científica varía a la hora de aceptar si esos hechos demuestran que poseen
pensamientos abstracto y capacidad verbal, o su únicamente se trata del
aprendizaje de conductas muy complejas, que no sobrepasan los límites del
comportamiento.
III.
DISTINTOS TIPOS DE GESTOS
Desde
1872 hasta ahora los investigadores han registrado casi un millón de claves y
señales no verbales. Se ha comprobado que entre el 60 y el 80% de la comunicación
entre seres humanos se realiza por canales no verbales.
Los
gestos deben analizarse en contexto en que se producen. Hay que tener en cuenta
que cada gesto es como la parte de una frase y, al contrario que en el lenguaje
oral, las frases gestuales siempre dicen la verdad sobre los sentimientos y las
actitudes de quien las hace.
Los
estudios demuestran que las señales no verbales influyen cinco veces más que
las orales y que, la gente se fía más del mensaje no verbal. Los gestos se
hacen más elaborados y menos obvios con la edad, por ello es más difícil
interpretar los gestos de una persona de 50 años que los de un individuo joven.
El
número de señales gestuales que cada ser usa en su vida en su vida diaria es
casi infinita, con el agravante de tener significados diferentes en muchos
países del mundo.
A
continuación veremos las diferentes zonas corporales con las que expresamos
ideas o sentimientos a través de la comunicación no verbal:
MANOS:
La comunicación de las manos es muy usada por el ser humano y cada cultura
posee sus propios movimientos, pero existen algunos universales descubiertos
por Paul Ekman. Estos movimientos universales se deben a las limitaciones del
ser humano.
Una de
las señales más poderosas y menos notoria es el movimiento de la palma de la
mano. Hay tres posiciones principales: con las palmas hacia arriba, con las
palmas hacia abajo y con la palma cerrada apuntando con un dedo en alguna
dirección.
Palmas
hacia arriba: es un gesto no amenazador que se nota sumisión.
Palmas
hacia abajo: la persona adquiere autoridad.
Palmas
cerradas apuntando con el dedo: es uno de los gestos que más pueden irritar al
interlocutor con quien habla, especialmente si sigue el ritmo de las palabras.
Las
palmas hacia fuera se asocian a la honestidad, la verdad, la lealtad y la
deferencia. Cuando alguien empieza a confiar en otros, les expondrá las palmas
o parte de ellas. Es un gesto inconsciente, como casi todos, que hace presuponer
que se está contando la verdad.
La
posición con la que se colocan las manos a lo largo de una conversación también
dice mucho de quien las realiza. Los dedos entrelazados son sinónimos de un
gesto de frustración. Cuanto más altas estén las manos, más negativa será la
actitud del contrario.
Cuando
se mantienen apoyados los dedos de una mano contra otra, formando un arco,
demuestra que esa persona tiene una gran confianza en si misma, denota
superioridad y conocimiento de un tema. Otro gesto de superioridad es cogerse
la manos por detrás de la espalda; por el contrario, ponerlas en las caderas
resulta sumamente agresivo.
Dar la
mano es un gesto corriente en los saludos y las despedidas occidentales, los
hay sumisos, dominantes y los que transmiten confianza y situación de igualdad.
El dominio se transmite cuando se da la mano con la palma hacia abajo y se toma
la iniciativa en el saludo. La situación inversa, denominada saludo vertical,
se produce cuando una persona ofrece su mano con la palma hacia arriba, lo que
significa que se cede el poder al otro.
OJOS:
Las personas también se comunican a través de la mirada. La respuesta ante la
mirada es innata en el hombre y coincide con la de los animales. Un aspecto
curioso a mencionar en cuanto a lo de la mirada es una creencia que dice que el
exceso sexual crea ceguera o pérdida de vista. Puede tener cierta lógica
teniendo en cuenta que las pupilas reaccionan ante los acontecimientos de la
vida diaria y se dilatan.
Mirada
fija: El ser humano ante la mirada fija se siente amenazado, e inmediatamente
aparta la vista.
Guiños:
Movimiento de cerrazón de los párpados para expresar complicidad o simpatía.
HOMBROS:
El levantar los hombros sirve para expresar duda o ignorancia sobre un tema.
CABEZA:
Utilizamos esta parte del cuerpo para señalar una serie de ideas.
Mover
la cabeza de arriba a abajo: Indica asentimiento, conformidad con una idea.
Mover
la cabeza de izda. a dcha.: Señala duda o disconformidad, es un gesto de
negación.
CEJAS:
Utilizaremos el movimiento de las cejas para transmitir las siguientes
sensaciones.
Alzamiento
de una ceja: Es una clásica señal de duda.
Alzamiento
de ambas cejas: Señal de sorpresa.
Bajar
ambas cejas: Señal de incomodidad o sospecha.
A
continuación mostraremos unos ejemplos de los gestos explicados con
anterioridad:
Lenguaje
gestual y comunicación no verbal
Experimento
del Dr. Birdwhistell
Partiendo
de largas series de experimentos, este doctor consiguió separar distintos
kines, y determinar en que punto un kine adicional transforma todo el
movimiento.
El Dr.
Birdwhistell define un kine como la menor medida del lenguaje corporal. Por
ejemplo, el guiño definido como bajar un párpado mientras el otro se conserva
inmóvil vacía al kine de toda emoción. Esto queda mejor definido en la
explicación del siguiente experimento.
Al
desarrollar un sistema de escritura del lenguaje corporal, es necesario eliminar
toda emoción del movimiento observado. Es también necesario crear un sistema
experimental para conservar y duplicar los kines. Con esta finalidad el Dr.
Birdwhistell explica a un actor adiestrado en el lenguaje corporal, que trate
de proyectar diferentes movimientos y su significación a un grupo de
estudiantes.
De
este modo, el que lleva las anotaciones descubre una pequeña diferencia del
movimiento que proyecta una impresión distinta. A este movimiento apenas
diferenciado, puede entonces atribuir un sentido.
Partiendo
de largas series de experimentos, Birdwhistell consiguió separar distintos
kines, y determinar en qué punto un kine adicional transforma todo el
movimiento.
Por
ejemplo, se le dijo a un actor que se pusiera frente al grupo de estudiantes y
trasmitiese la siguiente expresión:
Lenguaje
gestual y comunicación no verbal
Traducida
a términos descriptivos, esta expresión sería un guiño con el ojo izquierdo
cerrado y una mirada de soslayo desde el rincón del ojo izquierdo. La boca
normal y la punta de la nariz deprimida. Una segunda expresión se prueba entonces
con el grupo de estudiantes. Diagramada sería la siguiente:
Lenguaje
gestual y comunicación no verbal
Lo que
se describe como sigue: es un guiño con el ojo derecho, una mirada de soslayo
con el ojo izquierdo, la boca normal y la nariz deprimida.
A los
observadores se les pidió que indicaran la diferencia, y su comentario fue;
“parecen distintos pero no significan cosas distintas”.
Una
información se agrega a los datos de la kinesia: No importa que ojo se guiña.
El significado es el mismo. Y no importaría si se mira de soslayo por un lado
del ojo.
Se
prueba entonces en los observadores una tercera instrucción:
Lenguaje
gestual y comunicación no verbal
Esencialmente
éste es el primer guiño sin mirada de soslayo y con la punta de la nariz deprimida.
El grupo de observadores resolvió que esto era lo mismo que la primera
expresión. La ciencia de la kinesia sabe ahora que una mirada de soslayo no
significa cosa alguna en el lenguaje corporal. Finalmente, se prueba una cuarta
variación:
Lenguaje
gestual y comunicación no verbal
En
esta expresión el guiño es el mismo y la mirada des soslayo se mantiene con el
ojo cerrado. La punta de la nariz está deprimida pero la boca está cambiada,
mirando hacia abajo. Cuando esta expresión es mostrada al grupo, su comentario
es: “Esto cambia las cosas”.
El
dato registrado en el fichero kinésico es el siguiente: una modificación de la
posición de la boca determina una modificación del significado.
Por
supuesto no consideró la modificación de la ceja en la secuencia. Si lo hubiera
hecho, una pequeña modificación en cualquiera de las cejas podría haber
señalado un significado distinto.
IV.
GESTOS DE IMITACIÓN
La
importancia de los gestos de imitación es fundamental en las relaciones
sociales y de negocios, ya que explican que los demás coinciden con nosotros o
que les agradamos.
En el
mundo de las relaciones sociales, controlar las técnicas de comunicación no
verbal es cada día más importante para poder dominar todos los aspectos de las
charlas de negocios.
DISTANCIAS
ZONALES
Para
el hombre el espacio personal es muy importante, y según Edward Hall, es tan
importante como el alimento. Los investigadores se atreven a decir que las
aglomeraciones influyen en nuestro comportamiento.
En
todas las culturas se considera como propio un cierto espacio alrededor del
cuerpo. Dependiendo de las circunstancias sociales nos colocamos a una u otra
distancia del interlocutor para que éste no se sienta intimidado.
Zona
íntima (de 15 a 34 cm.). En ella se permite la entrada a personas que están
emocionalmente cerca. Cuando una persona no autorizada penetra en la zona
íntima puede que se la reciba como hostil.
Zona
personal (entre 46 y 122cm). Es la distancia que separa a las personas en el
trabajo o reuniones sociales.
Zona
social ( entre 1.23 y 3.6 m.). Espacio que nos separa de los extraños.
Adam
Kendom dice que el espacio comunica en el sentido en que cada individuo define
su posición según el espacio que ocupa.
FORMAS
DE SENTARSE ANTE UN ESCRITORIO
Posición
en ángulo. Es usada por personas que conversan de manera amistosa e informal,
permite un contacto visual ilimitado y facilita la observación de los gestos de
ambos. Con esta ubicación se evita la división territorial de los gestos de
ambos. En esta ubicación se evita la división territorial de la mesa y se ayuda
a distender los ambientes tensos.
Posición
de colaboración. Esta es la manera en la que suelen sentarse dos personas
cuando realizan juntas algún trabajo. Es una postura estratégica para que se
tenga en cuenta lo que se dice.
Posición
competitivo-defensiva. La mesa se usa como barrera y da a entender que ambas
personas compiten, aunque en la mayoría de los casos lo que denota es una
relación de superior-subordinado. Si lo que se desea es persuadir al otro, esta
colocación disminuye la posibilidad de éxito. La mesa se divide
inconscientemente en dos mitades y, por ejemplo, en una negociación, una parte
percibe el avance de la otra.
Posición
independiente. Es la que se adopta cuando una persona no quiere interactuar con
la otra. Puede indicar hostilidad, y debe evitarse cuando se necesita una conversación
sincera.
Podemos
decir entonces que el lenguaje no verbal es mucho más compleja que el lenguaje
humano y que posee mucho más contenido en cuanto a lo que expresa tanto
voluntaria como involuntariamente.
El
nivel de contenidos no es sólo mayor, sino que es más fiable. Podemos aprender
a controla determinados aspectos se nuestro comportamiento, como por ejemplo,
evitar mostrar las palmas de las manos durante un encuentro, suponiendo que se
trata de un acto de seducción.
Detrás
de ciertos movimientos se encuentran técnicas rigurosas que examinan al detalle
el comportamiento humano. Una de las técnicas es la cinesis. Consiste en grabar
en video a las personas mientras mantienen una conversación etc; y luego
examinarlas muy detalladamente y descomponiendo las imágenes en unidades
menores llamadas “kines” y “kinemas”; para poder observar la relación que
existe entre los distintos movimientos y el contexto en el que se mueven,
averiguando su significado.
Birdwhistell
llegó a la conclusión después de años de investigación, de que no hay gestos
universales, es decir, estos se adquieren con los años influenciados por la
cultura.
¿Cómo
podemos percibir la comunicación en nuestra vida diaria? Las señales emitidas
son captadas por nuestro subconsciente y nos provocan una respuesta de la que,
en muchos casos, no somos conscientes.
Birdwhistell
dice que nuestro aspecto físico es adquirido a través de las personas que nos
rodean. Dicha teoría tiene su lógica debido a que dos personas que conviven
juntas, acaban por reflejarse en su cuerpo.
Los
etólogos, dedicados a investigar la relación que existe entre el ser humano y
los animales, en cuanto a comunicación, están muy interesados en averiguar que
aspectos del comportamiento humano son universales.
Albert
Scheflen ha llegado a la conclusión de que las personas imitan algunas
actitudes corporales de los demás; otra característica que hace que las
personas compartan la misma postura es que una de ellas quiere, de alguna
forma, ser como la otra.
Según
Condon “el cimiento sobre el que está edificado la comunicación humana, y que
sin ella la comunicación sería quizá un imposible, es la sincronía existente en
una conversación”.
No
solo el movimiento comunica, también hay que mencionar el olfato, el tacto y el
gusto. En cuanto a la comunicación a través de los olores sabemos que el
hombre, a pesar de tener muy poco desarrollado este sentido, percibe más olores
de los que él cree, llamados MQE, de los cuales, no distingue su aroma, pero sí
que penetra su cuerpo produciéndole alteraciones en el organismo.
Los
investigadores se atreven a decir que el lenguaje humano podría comenzar dentro
del vientre de la madre puesto que el niño puede oír todo lo que ocurre en el
exterior.
Los
especialistas en cinesis consideran a los niños como buenos personajes de
observación, teniendo en cuenta que apenas se comunican verbalmente y que se
muestran muy desinhibidos y naturales.
Otro
aspecto a tener en cuenta a la hora de estudiar el comportamiento humano es la
manera de moverse del mismo, es decir, la forma de hacerlo. Este sistema se
denomina “esfuerzo-forma”.
Según
Davis los trastornos motores pueden indicar el grado de gravedad de la enfermedad
de una persona. Aunque esto no siempre es así, pues existen personas con
grandes deficiencias físicas y con una gran capacidad intelectual y viceversa.
Los
científicos han observado que hoy en día los jóvenes confían menos en las
palabras. Somos más desconfiados y buscamos algún otro tipo de referencia a la
hora de juzgar a otra persona. La sociedad de ahora es además más “visual”, y
nos influye mucho el aspecto físico de los demás, su vestimenta, su peinado...
Los
investigadores se plantean la pregunta de si en un futuro se emplearán los
conocimientos sobre comunicación para manipular a los demás. Se cree que ya se
están empleando de forma consciente, sobre todo entre las personas que tiene
cierto poder ante la sociedad.
EL USO
RETÓTRICO DE LA MÍMICA Y LOS GESTOS,
SEGÚN
QUINTILIANO
“...
Voy a diferir el decir qué es lo que en cada lugar se requiere para la oración,
a fin de hablar primero del ademán, el cual concuerda con la voz y con ella,
obedece a la vez al alma. Lo mucho que éste significa para el orador se ve bien
claramente en que se explica la mayor parte de las cosas, incluso sin palabras,
pues no solamente con las manos, sino también los movimientos de cabeza
declaran nuestra voluntad y reemplazan en los mudos el lenguaje...Por el
contrario, cuando los ademanes y la mímica se apartan de la oración (si
declaramos con alegría las cosas tristes y si afirmamos algo con ademán
negativo), entonces no solo perderán su vigor y acento las palabras, sino
también su credibilidad. Pero también la corrección se basa en ademán y
movimiento.
La
cabeza es lo más importante en la acción, así con en el cuerpo, y no sólo para
aquella corrección de que ya he hablado, sino también para cada movimiento
expresivo. Lo que se requiere, pues, en primer lugar, es que la cabeza esté
siempre derecha y en postura natural. Porque estando baja, denota humildad;
demasiado levantada, arrogancia; inclinada hacia un lado, desfallecimiento; y
el tenerla muy rígida y firme es una señal de una cierta rudeza espiritual. En
segundo lugar, debe tener unos movimientos proporcionados a la misma acción, de
tal manera que se conforme con el ademán y acompañe a las manos y los
movimientos laterales, porque la mirada siempre se dirige al mismo objeto que
el ademán, menos cuando desaprobamos, negamos o mostramos aversión a alguna
cosa, de manera que parece que con el semblante detestamos y con la manos
desechamos aquello mismo.
Son
muchísimos los modos expresivos de la cabeza; porque además de los movimientos
que tiene para afirmar, negar y confirmar, los tiene también para mostrar
vergüenza, duda, admiración e indignación, conocidos y sabidos todos.
El
gesto es el que tiene más significación. Con él nos mostramos suplicantes, con
él amenazamos, con él halagamos, él nos hace tristes, alegres, soberbios o
humildes; de él están pendientes los hombres; a él es a quien miran; lo
contemplan a uno antes de que hablemos; con él mostramos amor a los hombres;
por él odiamos y entendemos muchísimas cosas, sirviendo muchas veces más que
todas las palabras.
Pero
en el mismo gesto, el máximo efecto corresponde a los ojos; por ellos, más que
por nada, se expresa el alma; de suerte que, aun sin moverse, no sólo se
revisten de claridad con la alegría, sino que con la tristeza se cubren como de
una nube. Con el movimiento indican entusiasmo, o indiferencia, soberbia,
dulzura o aspereza..
Nunca
deberá fijarse la vista con rigidez en algún objeto, ofenderse o manifestar
debilidad o pesadez o asombro, o extremada alegría y viveza, ni deberá mostrar
el más grande deleite, ni mirar de soslayo, o, por decirlo así, enamorado o en
ademán de hacer alguna súplica.
También
los párpados y las mejilla contribuyen mucho a la explicación de los ojos.
Muchos hacen también las cejas, pues de alguna manera dan realce a los ojos y
son las que gobiernan la frente; con ellas se arruga, se levanta o se baja; y otra
cosa sirve para muchos efectos: la sangre, que sigue los movimientos del alma;
cuando encuentra la piel dócil por la vergüenza, hace cubrir el rostro de color
encendido, y cuando se retira por el miedo, queda todo el ser como exangüe,
frío y pálido; la templanza se logra por un nivel medio entre ambos estados. Es
vicioso tener inmóviles las cejas o moverlas demasiado, o si se oponen
desiguales, o si con su ademán se oponen a lo que decimos. Porque teniéndolas
encogidas se muestra furia; bajas, tristeza; extendidas, alegría. También se
bajan o levantan para afirmar o negar.
Apenas
hay un ademán decente que se exprese con las narices y labios, aunque ello
suele significar burla, desprecio y fastidio. Así, es una cosa fea arrugar la
nariz, llenarla de aire, moverla y tocarla con el dedo, y estornudar y sonarse
a cada paso y con la palma de las mano, levantársela hacia arriba, siendo así
que aun el limpiarse con frecuencia la nariz se tiene por una cosa reprobable.
Tampoco parecen bien los labios alargados hacia fuera, demasiado abiertos o
cerrados, o separados hacia una parte y descubriendo los dientes, extendidos
por un lado casi hasta la oreja o como desdeñosamente puestos el uno sobre el
otro, o como si estuvieran colgando y despidiendo la voz por una sola parte.
Cosa igualmente fea es lamérselos o mordérselos.
En
alargar o encoger el cuello hay por diferente causa igual deformidad; pero en
tenerlo estirado no sólo hay trabajo, sino que debilita la voz y se fatiga.
Teniendo la barbilla pegada al pecho sale la voz menos clara y con más bronca
por estar oprimiendo la garganta. Rara vez parece bien el levantar los hombros
o encogerlos.
En los
periodos que deben decirse seguidos y con velocidad, tiene mucha gracia un
moderado movimiento del brazo, quietos los hombros y extendiendo los dedos
cuando se saca la mano. Pero de las manos, apenas pueden decirse cuántos
movimiento tienen, pues casi igualan al número de palabras. Aunque no me parece
adecuado el que se imiten ciertas posturas y se exprese con las manos todo lo
que se dice.
El
movimiento de la mano comienza muy bien desde el lado izquierdo y concluye en
el derecho; pero del manera que parezca que se detiene, no que hiere; y si al
fin algunas veces cae, debe volver con ligereza, y alguna vez vuelve a agitarse
de una parte a otra, cuando negamos o admiramos.
En
este lugar añaden justamente los maestros del arte que la mano comience y acabe
su movimiento acompañando a lo que se dice. Los mismos maestros del arte
prohíben levantar las manos sobre los ojos o ponerlas más debajo del pecho, por
cuya razón se tiene por cosa defectuosa el iniciar el ademán en la cabeza y
acabarlo en la parte del vientre.
La
mano izquierda por sí sola jamás hace buen ademán; comúnmente acompaña a la
mano derecha, ya cuando decimos las razones por el orden de los dedos, ya
cuando detestamos alguna cosa con las palmas de las manos retiradas hacia la
izquierda, ya cuando echamos algo en cara o hacemos alguna objeción teniéndolas
de frente, o cuando por uno y otro lado las extendemos, ya cuando respondemos o
suplicamos.
Se
debe también cuidar de que el pecho y el vientre no salgan mucho hacia fuera,
porque la espalda se inclina, y toda esta postura es de mal efecto. También es
cosa fea el andarse moviendo a la derecha y la izquierda, sosteniéndose ya en
un pie y ya en el otro. También es defectuoso mover mucho los hombros.
No
tiene el orador traje alguno propio, pero en él se aprecia el atavío más que en
ninguna otra persona. Por lo que debe ser decente y propio de un hombre serio,
igual que el que debe llevar toda persona honrada.”
VALORACIÓN
Con la
realización de este trabajo queremos hacer ver la complejidad del lenguaje
gestual o no verbal. Aunque no nos percatemos de ello , el lenguaje kinésico
ocupa entre el 60 y el 80% de la comunicación humana.
En los
últimos tiempos este lenguaje ha adquirido una especial importancia para la
sociedad. Cabe destacar la relevancia de éste en las relaciones tanto laborales
como interpersonales producidas entre los individuos de una misma comunidad en
su vida cotidiana.
En
nuestra época, se ha tenido en cuenta a la hora de estudiar este sistema
comunicativo, factores que anteriormente fueron pasados por alto. Uno de estos
factores es la diversidad de culturas de las cuales dependen los diferentes
signos, y más concretamente los diversos significados de estos.
Apreciamos,
muchas veces, la comodidad de la utilización del lenguaje gestual, ya que nos
posibilita comunicar mediante un gesto, sentimientos o sensaciones que serían
muy complejas, e incluso imposibles de expresar a través de la comunicación
verbal (palabras)
CONCLUSIÓN
Partiendo
de la consideración general que supone la existencia de un proceso comunicativo
global en el que juegan un papel fundamental los constituyentes no verbales,
parece preciso enseñar a los individuos ajenos a esa comunidad, el repertorio
esencial que dicha comunidad extremadamente gesticuladora (por ejemplo, la
nuestra), utiliza en cualquier situación comunicativa diaria. Sólo contando con
este tipo de conocimientos nos aseguramos de que el individuo que intenta
integrarse en esa sociedad se desenvuelva con la misma naturalidad, que otro
perteneciente a dicha sociedad y que pueda llegar a asimilar todo el contenido
del mensaje.
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Internet:
www.ucm.es/OTROS/especulo/número5/uniformat.htm
www.icarito.cl/enc_virtual/castella/comunica/comu5.htm
Lenguaje gestual y comunicación no verbal
Reviewed by Montilla Bolaños
on
agosto 20, 2019
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